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lunes, 22 de febrero de 2016

EJERCICIO FÍSICO Y LA SALUD FÍSICA Y MENTAL

El ejercicio físico y la vida activa se han convertido en uno de los objetivos de salud para la población, debido a los importantes beneficios que conlleva y al riesgo que entraña el sedentarismo. La actividad física debería integrarse en la rutina diaria de cualquier persona.

¿Cuáles son los efectos del ejercicio físico sobre la salud física?

El ejercicio resulta muy positivo para la salud en general. Sus efectos se traducen en una vida más larga. Las personas que realizan una actividad física regular y moderada pueden incrementar de media dos años su vida, mejorando la calidad de vida de ésta. Con sólo 30 minutos de ejercicio diario, se puede reducir el riesgo de sufrir diversas enfermedades crónicas. 


El ejercicio se ha relacionado con una mejora de la función cardiovascular y una disminución del riesgo a padecer infartos de miocardio.

También, ofrece protección para los accidentes cerebrovasculares gracias al efecto beneficioso en el peso, presión sanguínea, colesterol y tolerancia a la glucosa, muy relacionada con éstos. Además, protege a las personas de los tipos de cáncer que están asociados al sobrepeso, y en especial del cáncer de colon.

El ejercicio físico es fundamental para conservar la masa ósea, previniendo la osteoporosis y también es un factor de prevención de la diabetes, optimiza el peso corporal, etc.

¿Qué utilidad tiene el ejercicio físico en la salud mental?

Además de los beneficios en la salud mental, el ejercicio es un amortiguador del estrés puesto que actúa reduciendo el impacto de los sucesos estresantes. Aproximadamente, después de media hora de haberlo realizado, produce una disminución de la ansiedad, especialmente de la activación fisiológica. El efecto relajante se produce cuando el ejercicio es de intensidad moderada pero no resulta agotador. También reduce síntomas depresivos y mejora el estado de ánimo.


Los efectos psicológicos del ejercicio se deben en parte a la actuación de neurotransmisores como noradrenalina, serotonina y dopamina; a la liberación de endorfinas, etc.

Otros procesos que influyen en la salud mental la práctica del ejercicio, es el aumento de la autoeficacia y la autoestima, la sensación de control sobre el propio cuerpo, la exposición a procesos fisiológicos asociados a la ansiedad sin sufrir tensión emocional y el hecho de que el ejercicio suele realizarse con otras personas favoreciéndose el contacto interpersonal.

También suelen aparecer ciertos riesgos potenciales, como la "adicción al ejercicio" que sería una necesidad patológica y compulsiva de realizarlo con una intensidad y frecuencia excesivas. Las personas con este problema suelen tener rasgos obsesivos de personalidad y síntomas de trastornos de conducta alimentaria. A esto hay que sumarle lesiones producidas por la actividad física y el riesgo de sufrir un fallo cardíaco durante la práctica del ejercicio. 

El apoyo social resulta ser un predictor importante de la realización de ejercicio. Realizarlo con otras personas y recibir apoyo de las personas significativas para uno mismo, ayuda a continuar participando. Las personas más predispuestas a realizar ejercicio tienen actitudes positivas y responsables de su salud. La práctica del ejercicio físico a largo plazo está determinada por el hábito de realizarlo, siendo mucho más probable que continúen realizándolo las personas que lo llevan practicando entre 3-6 meses.